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El Principio de Ronco
Enero 2015
Nadie, VC o angel, ha invertido en mayor núnero de los mejores Startups que Ron Conway. Él sabe qué pasó en cada trato en el Valle, la mitad del tiempo debido a que él lo arregló.
Y aun así él es un tipo super chido. De hecho, chido no es la palabra. Ronco es bueno. Conozco cero ocasiones en las que se haya comportado mal. Es dificil incluso imaginarlo.
Cuando llegué por primera vez al Silicon Valley pensé "Qué fortuna que alguien tan poderoso sea tan benevolente". Pero gradualmente me di cuenta de que no era suerte. Fue siendo benevolente que Ronco se volvió tan poderoso. Todos los tratos en los que termina invirtiendo llegan a él por recomendación. Google le llegó así. Facebook le llegó así. Twitter fue una recomendación del mismisimo Evan Williams. Y la razón por la que tantas personas le recomiendan tratos es que él ha comprobado ser un buen tipo.
Bueno no significa ser un dejado. A mí no me gustaría enfrentar un Ronco enojado. Pero si Ron está enojado contigo, es porque hiciste algo mal. Ron es tan de la vieja escuela que es el Viejo Testamento. Te aniquilará durante su justa ira, pero no hay malicia en ello.
En todos los dominios hay ventajas en aparentar ser bueno. Hace que la gente confíe en ti. Pero ser en verdad bueno es una manera costosa de aparentar ser bueno. Para una persona sin moral, podría parecer como exesivo.
En algunos campos podría serlo, pero aparentemente en el mundo startup no. Aunque demasiados inversionistas son unos mamones, hay una clara tendencia entre ellos: los inversionistas más exitosos son también los más rectos. [1]
No siempre fue así. No me sentiría cómodo diciendo eso sobre los inversionistas de hace 20 años.
¿Qué cambió? El mundo startup se volvió más transparente y más predecible. Ambas cosas hacen que se vuelva más dificil aparentar ser bueno sin ser en verdad bueno.
Es obvio el por qué la transparencia tiene ese efecto. Cuando un inversionista maltrata a un fundador, sale a la luz. Tal vez no llega hasta la prensa, pero otros fundadores escuchan lo que pasó, y eso significa que ese inversionista comienza a perder tratos. [2]
El efecto de inpredictibilidad es más sutil. Incrementa el esfuerzo de ser inconsistente. Si vas a andar con doble cara, debes saber con quien ser chido y con quien te puedes salir con la tuya al ser repugnante. En el mundo startup, las cosas cambian tan rápidamente que no tienes manera de distinguir. El chico estudiante universitario equis con quien puedes charlar hoy podría ser en un par de años el CEO del startup más hot en el Valle. Si no puedes distiguir entre con quien ser chido, pues tienes que ser chido con todos. Y probablemente las únicas personas que pueden aguantar eso son las personas que son genuinamente buenas.
En un mundo suficientemente conectado e impredecible, no puedes aparentar ser bueno sin ser bueno.
Tal como sucede seguido, Ron descubrió cómo ser el inversionista del futuro por accidente. él no predijo el futuro de la inversión en los startups, ni dedujo que le convendría ser recto, ni se forzó a comportarse de esa manera. Se sentiría anti-natural para él comportarse de cualquier otra manera. Él ya estaba viviendo en el futuro.
Afortunadamente ese futuro no está limitado al mundo startup. El mundo startup es más transparente e impredecible que la mayoría, pero casi en todos lados la tendencia está en esa dirección.
Notas
[1] No estoy diciendo que si acomodas a los inversionistas en orden de benevolencia quedarán ordenados también por retornos de inversión, sino que si haces una gráfica de dispersión desplegando benevolencia en el eje X y retorno de inversión en el eje Y, observarías una clara tendencia ascendente.
[2] Y Combinator en particular, ya recolecta data de muchos inversionistas, tiene una vista bastante detallada del comportamiento de los inversionistas.
Gracias a Sam Altman y a Jessica Livingston por leer borradores de este ensayo.